¿Qué hay que saber?
Si no gestionas tus finanzas efectivamente durante tus años laborales, puedes quedarte corto de recursos en la madurez. Es lo que llamamos el «precipicio de estilo de vida” en la jubilación, donde unos ahorros inadecuados hacen que tu estilo de vida se reduzca drásticamente tan pronto dejas de trabajar.
Si durante tu vida laboral gastas por encima de tus posibilidades, lo más probable es que llegues a la jubilación con recursos insuficientes para mantener el estilo de vida al que te habías acostumbrado. Esto puede ser un duro despertar, en una etapa en que tus opciones para mejorar tu situación son limitadas.
Algunas consideraciones importantes:
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- Pensiones públicas de jubilación: Por lo general, sólo cubren las necesidades básicas, por lo que es poco probable que este ingreso sea suficiente para mantener el estilo de vida que deseas.
- Seguir trabajando: Es fácil de decir, pero no siempre es fácil de hacer. A medida que envejeces, las oportunidades de obtener un empleo bien remunerado disminuyen considerablemente. Es posible que puedas trabajar, pero probablemente con un nivel de ingresos reducido.
- Salud: Si tu salud se deteriora esto puede afectar tu capacidad de seguir trabajando. Los gastos de cuidado y tratamiento médico también pueden consumir gran parte de tus ya limitados recursos.
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El mensaje es sencillo: depende de TI crear el patrimonio que necesitas para permitirte la jubilación que deseas, y una actitud consciente ante los gastos es uno de los componentes esenciales que debes manejar.
