¿Qué debes saber?
La mayoría de las personas en todo el mundo adquieren una vivienda pidiéndole dinero prestado a un banco. Este tipo de financiamiento se conoce comúnmente con el nombre de «hipoteca».
En esencia, una hipoteca te permite pagar una propiedad gradualmente a lo largo de varios años, en lugar de pagar todo el precio por adelantado.
A cambio de este financiamiento, los bancos te cobran intereses sobre el capital recibido en préstamo. La siguiente gráfica muestra el tipo de interés promedio de las hipotecas fijas a 30 años en EE.UU. durante la última década:
En los últimos 10 años se han registrado tasas de interés hipotecarios históricamente bajos, lo que ha contribuido a fomentar un enorme aumento de los precios de las viviendas en todo el mundo. Desde principios del 2022, sin embargo, las tasas de interés han subido vertiginosamente.
¿Por qué debe importarte?
Un alza de las tasas de interés de esta magnitud tiene enormes repercusiones, como lo demuestra la siguiente tabla:
- Las hipotecas existentes que están a punto de refinanciarse podrían sufrir un aumento masivo del monto de la cuota mensual. Por ejemplo, si se pasa de una tasa de interés del 3% a otra del 6%, la cuota mensual aumentará un 42%.
- Una tasa del 6% en una hipoteca a 30 años eleva el total de intereses pagado muy por encima de la cantidad recibida originalmente en préstamo.
- La tabla excluye todos los impuestos, costos de transacción y gastos de mantenimiento, que acompañan la compra y tenencia de una propiedad.
En definitiva, con los actuales niveles de las tasas de interés, la compra de una vivienda debe ser considerada con mucha cautela. Esto es particularmente cierto en el caso de los inmuebles de inversión destinados al arriendo. En la coyuntura actual éstas requieren una rentabilidad por arriendo y/o un crecimiento del capital muchos mayores para que la inversión resulte rentable.
