¿Qué debes saber?
Invertir en una sola compañía o en un pequeño número de empresas al azar es extremadamente arriesgado.
Esto lo vemos a menudo con nuevos clientes que reciben una cantidad de acciones como parte de su remuneración, y por ende terminan por acumular enormes participaciones en una sola empresa, que suele ser la misma que les paga el sueldo.
La siguiente imagen muestra las 500 compañías que componen el S&P 500 en la actualidad, proporcionadas por su respectivo tamaño en el índice y agrupadas por sectores. Del otro lado, nos centramos en una empresa de tamaño promedio dentro del índice:
¿Por qué debe importarte?
No importa lo exitosa que haya sido una empresa, lo mucho que haya aumentado el precio de sus acciones o lo apasionado que te sientas por sus perspectivas de futuro: invertir una gran proporción de tu patrimonio en una sola empresa es extremadamente insensato.
Nunca debes poseer una cantidad tan grande de acciones de una sola empresa que puedas hacer una fortuna con ella – ¡o que te deje en la ruina!
El valor de la acción de una empresa puede cambiar repentinamente por diversas razones y, en circunstancias extremas, una compañía puede incluso desplomarse por completo.
Las decisiones de la gerencia, cambios en la legislación, nuevas tecnologías, vientos económicos desfavorables o una pandemia mundial imprevista pueden cambiar rápidamente las perspectivas de futuro de una empresa, para bien o para mal.
Pero, si por el contrario, posees una canasta de miles de las mejores empresas del mundo (es decir, el mercado bursátil en su conjunto), sabes que todas las caídas son temporales y que la tendencia a largo plazo siempre será al alza.
