¿Qué debes saber?
La primera regla de la planificación financiera es gastar menos de lo que ganas.
Esta milenaria regla se refiere a tu salario normal, pero no debe incluir las bonificaciones variables.
Las bonificaciones, si bien se ganan con esfuerzo, no deben considerarse parte de tus ingresos recurrentes ya que no están garantizadas.
¿Por qué debe importarte?
Siempre debes aspirar a solventar cómodamente lo esencial y el costo de tu estilo de vida con los pagos regulares de tu salario.
Depender de tus bonificaciones para financiar los gastos de tu estilo de vida suele ser una señal de que tus finanzas están desajustadas y necesitan un ajuste.
Si dependes de tu bonificación para cubrir gastos periódicos excesivos, podrías encontrarte en una situación muy difícil si tu bonificación es más baja de lo que esperabas.
Es mejor considerar las bonificaciones como inyecciones puntuales de capital a utilizar de forma constructiva, como para pagar por vivir experiencias especiales, capacitarte para un cambio profesional o invertir para tu futuro.
