Weekly Wisdom, EBG International

¿Qué debes saber?

¿Alguna vez has hecho un repaso de una semana ajetreada sólo para darte cuenta de que apenas has avanzado en tus tareas importantes a pesar de tener la sensación de que has trabajado todas las horas posibles?

El problema no es que no te estés esforzando lo suficiente, sino que te estás enfocando en las cosas equivocadas.

Los estudios demuestran que cuando las personas deciden en qué tareas van a trabajar, constantemente priorizan las tareas urgentes antes que las importantes – incluso cuando la tarea urgente no está alineada con el plan a largo plazo.

US taxation of non-resident aliens

Urgente: Tareas o actividades con plazos ajustados que requieren atención rápida para evitar consecuencias a corto plazo.

Importante: Tareas o actividades que tienen un carácter más estratégico y apoyan tus objetivos personales y/o profesionales a largo plazo.

¿Por qué debe importarte?

La urgencia a menudo funciona como un par de anteojeras, dirigiendo la atención únicamente a tareas que exigen acción inmediata, independientemente de su verdadera importancia. Sin embargo, no todos los asuntos urgentes son cruciales; algunos son meras distracciones que desvían nuestra atención de acciones más importantes.

Dejar de lado las tareas que son realmente importantes, como definir un plan para alcanzar tus objetivos financieros y vitales, para «después» puede dar lugar a que queden relegadas repetidamente para dar cabida a nuevas demandas «urgentes». Retrasarlas demasiado puede hacer que enfrentarse a ellas después sea tan difícil que resulte desalentador e incómodo.

Alterar tu enfoque y dedicar tiempo a aquellas tareas que son verdaderas prioridades te permite ser más productivo en la búsqueda de tu éxito a largo plazo, sin estar distraído constantemente por las urgencias momentáneas.