¿Qué debes saber?
Dice el refrán que «el dinero es como una barra de jabón, cuanto más lo tocas, menos tienes».
No hay nada malo en gastar tu dinero, has trabajado duro para conseguirlo, así que te mereces disfrutar de la libertad que te brinda. Lo que importa es cómo lo gastas.
Es importante entender que tu dinero es finito y sólo puede gastarse una vez. Hay un costo de oportunidad, si lo gastas hoy, no lo tendrás mañana.
Lo que necesitas ahora: Estas son tus necesidades esenciales de hoy, el costo de mantener tu hogar, la educación, los alimentos, la ropa y cualquier otro gasto que sea necesario para vivir tu estilo de vida básico.
Lo que necesitas en el futuro: Las cosas que necesitarás en el futuro para mantener tu estilo de vida básico.
Lo que realmente valoras ahora: Esto se trata de todo lo que no es ‘esencial’, pero que es importante y disfrutable para ti y tu familia. La lista es interminable y personal para ti, e incluye vacaciones, experiencias, actividades deportivas, comer fuera y cualquier otra cosa que realmente valores en tu estilo de vida.
Lo que realmente valorarás en el futuro: Estas son las cosas que quieres poder tener y hacer en el futuro para vivir una vida agradable.
Cosas que quieres pero que no necesitas ni valoras: Esto requiere una reflexión honesta sobre tus gastos. Estas son todas las cosas en las que gastas tu dinero pero que no aportan ninguna diferencia significativa a tu vida.
¿Por qué debe importarte?
A medida que ganas más, tiendes a gastar más. Esto se conoce como “inflación del estilo de vida” y, si no lo piensas intencionadamente, puede descontrolarse fácilmente.
Dedicar tiempo a determinar cuáles son tus prioridades y a comprender qué es lo que realmente disfrutas y valoras, tanto ahora como en el futuro, le dará estructura y sentido a tus gastos.
Una vez que hayas resuelto (honestamente) qué es importante para ti y qué no lo es, podrás canalizar tu dinero hacia las cosas correctas e ignorar el resto.
